La moda sostenible ha venido para quedarse. Hablemos de qué es, cómo encontrarla y por qué importa.
Había una vez una marca de moda rápida que puso a la venta un bikini por 1€ y como consecuencia tuvo que tragar una cantidad de críticas bastante considerable.
Un año después, por Black Friday, otra marca de moda rápida ofreció descuentos del 99% en una parte de su colección. Podías encontrar cositas como un vestido de o,o9 € y zapatos por 0,30 €.
Por ahora, dejemos de lado el hecho de que se necesita valor para llevar el bikini en cuestión a la playa y confiar en su integridad estructural.
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Sabemos que cuando hablamos de negocios, el lucro manda.
Pero creo que a estas alturas también sabemos que alguien en alguna parte del mundo está pagando con trabajo indigno y salarios ínfimos el precio de nuestra adicción a la moda rápida. Esto no debería de ser objeto de debate, pero estamos normalizando una situación muy disfuncional donde el valor que le damos a la ropa es comparable al valor del planeta y de vidas humanas.
Imagínate llegar al punto de racionalizar el abuso de derechos humanos.
Si miramos atrás a la historia del sector privado, nos damos cuenta muy rápido de que la sostenibilidad nunca ha sido una prioridad. Ahora vemos que muchas marcas y negocios empiezan a prestarle atención porque:
- los consumidores están aprendiendo sobre sostenibilidad y a muchos les importa apoyar marcas con valores
- regulaciones laborales y medioambientales empiezan a ser más estrictas
Esta es la cosa: la industria de la moda no va a cambiar por su buena voluntad, sino por necesidad.
Pero transformarla requiere lo que llamamos cambio sistémico. Aquí es donde negocios y gobiernos tienen que trabajar juntos.
No deberíamos colocar la responsabilidad de limpiar la industria en los hombros de los consumidores. Consumir de forma responsable en un mundo donde todo está diseñado para ser insostenible es frustrante y comprar siguiendo a valores básicos no tendría que ser casi imposible.
En el futuro, la sostenibilidad tiene que ser parte íntegra de todo lo que nos rodea. Punto.
Sin embargo, el cambio sistémico va a tardar un poquito en materializarse. Hasta que llegue, queremos darte las herramientas para tomar decisiones informadas sobre lo que compras y las industrias a las que apoyas – este es el objetivo de este blog.
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¿Qué es la sostenibilidad?
La definición que solemos dar de sostenibilidad es «satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de generaciones futuras » (fue creada por la Comisión Brundtland de la ONU en 1987).
Si aplicamos esto a la industria de la moda (o a una marca en particular), esto significa tanto el medioambiente como los derechos laborales y humanos de todas las personas a lo largo de la cadena de valor son respetados.
Tenemos que pensar en cosas como:
- cómo han sido diseñadas las prendas (¿para ser atemporales o siguiendo tendencias?
- qué materiales se van a utilizar y cómo se obtienen
- cómo de eficiente es el uso de agua y energía a lo largo de la cadena de producción
- cúantos residuos crea el proceso de creación de una prenda, desde obtener los materiales hasta su venta
- cómo se pueden desechar las prendas de forma responsable al final de su vida útil
Incluso tenemos que tener cuidado con cómo los productos se presentan al consumidor a través de marketing honesto y transparente para evitar el temido greenwashing.
La moda sostenible es ética, eco y lenta
La expresión moda sostenible es el concepto general que cubre distintas maneras de ver la sostenibilidad. Algunas de estas son:
- moda eco, eco-friendly o verde, que da prioridad al impacto medioambiental de la ropa y los recursos que se necesitan para su producción.
- moda ética, que se centra más en aspectos sociales de la producción y la consumición de ropa, incluyendo la defensa de derechos humanos y animales. Aquí también incluimos respeto a las comunidades que puedes verse afectadas a lo largo del proceso de producción de la ropa, como aquellas que rodean fábricas y pueden estar expuestas a, por ejemplo, agua contaminada si la fábrica textil no se asegura de gestionarla de forma responsable.
- la moda lenta es un movimiento que defiende la mentalidad de «calidad sobre cantidad» y apoya la moda como algo atemporal y alejado de microtendencias.
- la moda circular es un sistema en el que nada se desperdicia. Deja mucho espacio para la innovación tanto en temas de textiles como en cuanto a modelos de negocio.
- el minimalismo rechaza el sobreconsumo y trata de enseñar a vivir con lo esencial.
Tener todas estas opciones está ggenial porque nos permite abordar distintas preocupaciones que podemos tener sobre la industria de la moda rápida y nos da espacio para que podamos decidir si queremos dar prioridad a determinados aspectos de la sostenibilidad sobre otros.
Por ejemplo, a mí me preocupa mucho la contaminación de plásticos, así que prefiero utilizar ropa hecha de materiales no sintéticos, incluyendo el algodón y la lana. Sin embargo, mucha gente compra ropa vegana exclusivamente, lo que deja materiales como la lana fuera de la ecuación e introduce alternativas sintéticas.
Estas dos perspectivas sober la sostenibilidad son válidas y elegir una sobre la otra no es incorrecto siempre y cuando:
- tomemos decisiones informadas sobre qué compramos y por qué
- seamos conscientes de que hoy ningún tipo de moda sostenible es completamente justo y verde (hablábamos antes sobre lo difícil que es se un consumidor responsable en un sistema irresponsable)
- nos centremos en el panorama general y combatamos problemas generales como el sobreconsumo

Moda ecológica: ¿Cómo beneficia la moda sostenible al medioambiente?
1. La moda sostenible intenta reducir su impacto medioambiental

Las marcas de moda sostenible son completamente transparentes sobre cómo su actividad afecta el medioambiente.
Intentarán reducir los impactos negativos de su actividad todo lo que puedan y, siempre que sea posible, dejarán una huella positiva en el planeta – porque hay una diferencia entre estroperar menos y arreglar lo que estaba roto.
Una de las cosas que hacen para asegurarse de esto es utilizar solo los recursos que son necesarios. Estos recursos incluyen energía y agua, pero también materias primas y cualquier otro material que se necesite.
Otro elemento clave es que prestan atención a todo lo que pasa a lo largo de su cadena de valor – todo lo que pasa entre el momento en el que una prenda es diseñada hasta que el consumidor la desecha al final de su vida útil – y buscan maneras de hacer cada eslabón de esta cadena todo lo limpio que se pueda:
- aplicando principios de diseño y patronaje zero waste para reducir el desperdicio textil
- pensando en cómo pueden apoyar a las comunidades o la biodiversidad de las áreas cercanas a sus fábricas
- eligiendo proveedores y socios cuyos compromisos medioambientales coinciden con los suyos
- diseñando con la longevidad de las prendas ocmo prioridad, pero también planeando cómo puedes reciclar o desechar el vestido que te acabas de comprar de forma responsable una vez llegue el final de su vida útil
2. Materiales y telas de bajo impacto
Qué materiales se usan, y cómo, de dónde y por quién fueron producidos son preguntas importantísimas cuando hablamos de sostenibilidad. Para sacar más beneficio, la moda rápida elige materiales utilizando su precio como indicador, no su calidad o sostenibilidad.
Una marca sostenible va a pensar en tres cosas:
- los recursos que se necesitan para producir la tela
- lo durarera que será – extender la vida de una prenda reduce de forma dramática su huella ecológica
- lo fácil que puede ser deshacerse de ella de forma responsable cuando ya no sea útil – o si es posible hacerla circular
Así como es muy difícil crear el armario sostenible perfecto, también lo es encontrar una tela perfectamente ecológica.
Lo de que las telas naturales son las más sostenibles es fake news. Muchos textiles naturales requieren mucha agua para crecer, usan fertilizantes o pesticidas dañinos para sobrevivir o son teñidos con tintes tóxicos.
Pero los textiles sintéticos tampoco son una buena alternativa porque están hechos a partir de combustibles fósiles. Incluso los leggings que se hacen con botellas recicladas son de plástico. Esto significa que producirán microplásticos y nunca se degradarán.
Afortunadamente, tenemos opciones que van más allá de esta separación entre lo natural y lo artificial. Por ejemplo, podemos comprar de marcas que trabajan en el ámbito de la circularidad (usando materiales reciclados o aprovechados de otros projectos) o de marcas que desarrollan textiles inovadores de bajo impacto (como la seda hecha de naranjas o el cuero de cactus).
Recomendado: ¿Cómo de sostenibles son las telas en tu armario?
3. Reducción de desechos durante y después de la producción
Los residuos industriales son un problema enorme para cualquier negocio, y en la industria de la moda se materializan en retales inutilizables o productos defectuosos que en algunas ocasiones se queman o tiran a la basura.
Lo creas o no, incluso prendas sin ningún error de fábrica son destruidas si no se venden al final de la temporada (este ha sido el caso de Burberry para evitar la devaluación de su marca) o si son compradas y devueltas (para muchas marcas de moda rápida es más fácil deshacerse de ellas que volver a catalogarlas). Hablamos de este tema en este post de Instagram.
Las marcas de moda sostenible reducen sus residuos:
- usando las telas de moda eficiente para reducir la cantidad de retales
- reparando ropa defectuosa o vendiéndola con descuentos
- utilizando materiales de sobra o vendiendolos como retales a otras compañías que puedan sacarles provecho
- reciclando correctamente los materiales que no puedan ser salvados
- asegurándose de que la calidad de la ropa que te venden es ✨suprema✨ para que puedas aprovecharla muchos, muchos años
Moda ética: el lado humano de la moda sostenible

La moda ética busca empoderamiento en lugar de abuso.
Y nos referimos tanto a trato de personas como de animales – aquí es donde entran la moda vegana y cruelty free.
En el caso de las personas, hay que tener en cuenta todo lo relativo a las condiciones garantizadas a los trabajadores: salarios dignos, seguros de salud, seguridad en el lugar de trabajo,…
Las marcas éticas piensan tanto en susganancias como en el beneficio de la siciedad. Buscan beneficiar a sus trabajadores para que tanto ellos como sus comunidades puedan prosperar.
Si aún no has visto el documental The true cost , deja todo lo que estés haciendo (después de terminar este post, por fa) y ponte a verlo. Es estremecedor.
A veces nos olvidamos de que hay alguien detras de nuestra ropa: la persona que cultivó el algodó de nuestra camisa, la que cosió nuestros zapatos,… Todos forman parte del lado de la cadena de producción que no vemos cuando miramos en nuestro armario.
Como consumidora, tienes opciones
No decides las normas del juego, ni cómo funciona el mercado, pero sí puedes decidir qué tipo de negocio quieres apoyar con tu dinero.
Mira, economía de la ESO: el sector privado trae al mercado lo que piden los consumidores. Este cambio está pasando delante de nuestros ojos: prohibiciones de plástico de un solo uso, cadenas de comida rápida dejando de utilizar pajitas de plástico,…
Así que al apoyar a marcas sostenibles y al consumir de manera responsable, estás pronunciándote por el mundo que quieres.
Si quieres aprender más sobre cómo tomar decisiones sostenibles puedes leer este post sobre cómo cortar con la moda rápida y este otro sobre cómo saber si una marca es sostenible.
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