Una de las críticas principales contra la moda sostenible es que es difícil de encontrar (y demasiado cara). Después de leer sobre los 7 tipos de moda sostenible, te vas a dar cuenta de que esto no es del todo verdad.
Si estás entrando en el mundillo de la sostenibilidad, es posible que te estés preguntando cómo y dónde encontrar ropa sostenible.
Alinear el contenido de tu armario con tus valores no es fácil. Puede que en el proceso tu estilo cambie, o puede que tengas que reconsiderar tus valores para empezar. Así que estar un poquito perdida y confusa es normal.
Recomendado: ¿Cómo sabemos si una marca es sostenible?
Mira, déjame ensenarte algo .

Esta es la jerarquía Maslowiana de Sarah Lazarovic, una pequeña pirámide que nos da una de las claves de la moda sostenible: no hay una sola manera de entenderla.
Tenemos infinitas opciones al alcance de nuestras manos para tomar decisiones más responsables sobre qué y cómo compramos.
Aún así, explícame tú por qué, intentamos convencernos a nosotras mismas de que la moda sostenible es inaccesible, demasiado cara, fea o aburrida.
Pero la realidad es que no tienes que elegir entre arruinarte para comprar un jersey de lana merina peruana eco-fairtrade y ponerte el mismo jersey deshilachado y con pelusitas que te compraste de adolescente para evitar consumir algo nuevo. Hay montones de opciones entre medias, para todos los estilos y para todos los bolsillos.
Pero bueno, a lo que veníamos: ¿cómo y dónde puedo encontrar ropa sostenible?
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1. Compra de marcas sostenibles
Casi el 50% de marcas de moda rápida han observado una caída en ventas debido al creciente interés de los consumidores en alternativas sostenibles.
En una marca sostenible quieres encontrar al menos una de estas tres cosas:
- que sea respetuosa con el medio ambiente ( las juventudes llaman a esto ser eco friendly)
- que demuestre ética y responsabilidad social
- que rechace el ritmo de la moda rápida – puedes leer más sobre la moda lenta en este artículo
- que tenga un modelo de negocio responsable (circular, innovador,…)
Pero, ojo, no todas las marcas que dicen tener estas características sos sostenibles (¿has oído hablar del greenwashing?).
Si tienes suerte, encontrarás marcas responsables con el medio embiente y éticas, pero este no es siempre el caso. Cada marca puede ser tan única como su concepto y sus prioridades en términos de sostenibilidad.
Por ejemplo, piensa en una marca de zapatos veganos que utiliza plástico reciclado en lugar de piel porque prioritiza el bienestar animal. También piensa en una marca de ropa minimalista que utiliza técnicas de patronaje y diseño zero waste (sin residuos) porque su objetivo principal es reducir sus residuos textiles, pero que utiliza lana, material que no siempre es cruelty-free (libre de crueldad animal)
Ambas marcas pueden defender su modelo de negocio y argumentar que son sostenibles y no estarían del todo equivocadas. Tambien podemos argumentar que las dos son sostenibles o que ninguna de ellas lo es. Simplemente estaríamos viendo la sostenibilidad a partir de valores e intereses distintos.
Así que, al fin y al cabo, para encontrar tu marca perfecta tienes que averiguar los valores de las marcas que te gustan y ver si se amoldan a los tuyos.
Otra conversación que necesitamos tener en cuanto a comprar de marcas sostenibles es el del precio.
Las marcas sostenibles más modernas no están destinadas a consumidores con consciencia medioambiental y mucho dinerito. Ahora puedes encontrar marcas accesibles para todos los bolsillos.
Por supuesto, ninguna marca sostenible será tan barata como la moda rápida. La razón no es que la moda sostenible sea demasiado cara, sino que la moda rápida es artificialmente barata y estamos acostumbrados a precios imposiblemente bajos. Al parecer, pagar £0.08 por un vestido en descuento es aceptable.
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2. Compra segunda mano
Los consumidores están recurriendo a la ropa de segunda mano como una forma sostenible y asequible de transformar sus armarios. En 2021, se evitó la compra de casi mil millones de prendas nuevas gracias a las alternativas de segunda mano.
Nada que compres nuevo puede tener el carácter de una prenda de segunda mano. Uno de los pilares de la economía circular consiste en rechazar la idea de que solo lo nuevo tiene valor y en su lugar ver que algo que ha tenido una vida anterior y es nuevo para ti puede ser igual de valioso.
¿Hay algo mejor que ir a tu tienda de segunda mano favorita y encontrar el vestido?
Todo el mundo merece tener una historia de amor con una prenda vintage. Te enamora en la tienda, y poco a poco la haces más tuya con tus zapatos favoritos, algunos collares,… Hasta que te olvidas de que tuvo una existencia antes de llegar a tu armario.
3. Arregla
Compramos un 60% más de ropa que hace 15 años pero usamos cada prenda la mitad de tiempo que entonces.
Al arreglar tu ropa estás poniendo en práctica los principios de la economía circular a nivel personal.
Mi madre me enseñó a coser y hacer ganchillo cuando era pequeña. Cuando me independicé, no había nada que me hiciera sentir tan poderosa y – uhm – adulta y responsable como poder arreglarme mi propia ropa o cogerme el bajo de mis vaqueros.
Arreglar o modificar lo que ya tienes en tu armario es un acto de amor a tu estilo y a tu ropa. Al hacerlo, también le estás haciendo un favor al planeta porque evitas que toneladas de ropa que puede ser aprovechada se conviertan en desechos textiles y acaben en un vertedero.

Si no sabes cómo arreglar determinadas cosas (o no tienes tiempo, seamos realistas) intenta apoyar a sastrerías locales u otros pequeños negocios de arreglos. También puedes encontrar estos servicios en internet, especialmente para prendas más valiosas como bolsos o zapatos de diseño – The Restory es un buen ejemplo.
4. Intercambia
Cuando hablamos del ciclo de vida de nuestra ropa, «fin de uso» y «fin de vida» son cosas completamente distintas. Lo que ya no quieres ponerte no es basura, sigue siendo ropa que puede tener una segunda vida en otro armario.
Los intercambios os swaps son un trueque 2.0.
La idea es hacer un Marie Kondo a tu armario, encontar lo que ya no quieres e intercambiar esas piezas por otras que ya no despiertan alegría en tus amigas pero que definitivamente tienen espacio en tu vida.
Puedes incluso organizar tu propio intercambio (Fashion Revolution tiene una guía para ayudarte).
Después de la limpieza de primavera, reúnete con tus amigas y con las amigas de tus amigas y organiza una fiesta de intercambio de ropa.
Vas a encontrar adiciones increíbles para tu armario y una buena excusa para juntarte por fin con tus chicas y tener una sesión de cotilleo inofensivo.
5. Hereda
Una prenda es vingage cuando tiene 20 años o más. Dar años extra a tu ropa o a la de otros cuidándo de ella, reutilizándola o pasándola a tus familiares o amigas reduce dramáticamente su huella medioembiental original.
¿Podemos elegir nuestra forma de moda sostenible favorita? Porque esta es definitivamente la mía.
No hay nada que me guste mas que rebuscar en el baúl de los recuerdos (🎶uuuuh🎶) en el que está la ropa “vieja” de mi madre.
Lo hago cada año, no falla. Pierdo la noción del tiempo entre pantalones de pie de gallo y blusas ochenteras, buscando esa pieza que siempre se convierte en mi favorita de la temporada.
Así que roba algo del armario de tu madre, pide prestada a tu amiga esa blusa que te encanta para ponértela en tu brunch de trabajo o róbale esa camisa blanca a tu novio porque sabes que te queda mejor a ti de vestido.


6. Alquila
El alquiler de ropa desafia nuestra mentalidad en tornno a ver la ropa como bienes de usar y tirar.
¿Cuántas veces más vas a ponerte el vestido mini de brilli-brilli morado que te compraste para la boda de Mari Carmen? Todas tenemos ese vestido ultra elegante, o esos tacones imposibles que duele con verlos – no nos los vamos a poner para ir a la oficina, pero ahí están.
En estos casos, alquilar ropa que nos vamos a poner una o dos veces es una de las opciones más sostenibles porque te aprovechas de que una prenda ya ha sido producida y está en circulación.
Pero también está haciéndose más común el alquiler de ropa de todos los días (vaqueros, blusas, vestiditos,…).
Los servicios de alquiler de ropa te dejan elegir modelitos de sus catálogos y dejan que te quedes con ello unas semanas. Los usas las veces que quieras, lo devuelves, pasan a otra persona que va a ser muy muy feliz con ellos y tú eliges algo nuevo.
Mi parte favorita de estos servicios es el cálculo de coste por uso y todo lo que te ahorras alquilando en vez de comprando, que es algo que normalmente estos servicios calculan por ti.
7. Redescubre tu armario
Alargar la vida de una prenda unos 9 meses reduce su impacto medioambiental entre un 20% y un 30%.
A veces nos obsesionamos con tener la ultimísimisima tendencia y no nos damos cuenta de que lo que ya tenemos puede ser mil veces mejor.
Recomendado: Qué son los armarios cápsula y cómo crear uno
La próxima vez que abras tu armario, piensa en las veces que has usado cada prenda.
¿Hay algo que no has amortizado? Pues saca de paseo tu creatividad y piensa en las diferentes combinaciones que puedes crear con esas prendas sin usar. He hecho este ejercicio un par de veces y no te haces una idea de todos los conjuntos que pueden salir de ahí.
De todos los tipos de moda sostenible, este tiene que ser el mas fácil, es gratis y es posiblemente el más sostenible.

Y para terminar, hablemos de la ropa que ya no nos sirve
Saber cómo deshacerte de la ropa que ya no quieres es tan importante como comprar de manera responsable.
Antes de tirar ropa a la basura, piensa:
- ¿puedes arreglarla?
- ¿puedes reutilizarla de alguna manera? Siempre puedes convertir una camiseta en trapos, por ejemplo.
- ¿puedes donarla /intercambiarla / venderla?
Y como ultimísimo recurso, puedes reciclarla, pero sé consciente de que hoy solo se recicla menos del 1% de la ropa incluso cuando the deshaces de ella de forma responsable.
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